Sociedad civil insta a autoridades educativas a adoptar las medidas necesarias a fin de no permitir que se pierda el año escolar

  • Crisis sanitaria ha provocado una situación que representa una oportunidad de mejorar las condiciones de operación de los centros educativos del país.
  • Informe de la UPNFM ofrece posibles escenarios para el futuro educativo hondureño.

    Tegucigalpa. En el marco de la emergencia mundial del COVID-19, organizaciones de sociedad civil, aglutinadas en la red de Transformemos Honduras, exigen a la Secretaría de Educación adoptar las medidas necesarias que permitan mantener el aprendizaje de los niños y jóvenes para no perder el año educativo escolar.

    En ese sentido, la plataforma ciudadana, cree oportuno que el gobierno busque las medidas correctas que beneficien a los niños y niñas que cursan el año escolar; asimismo, integrar a ese 1 millón cien mil niños que quedaron fuera del sistema educativo nacional.

    Recientemente, el Observatorio Universitario de la Educación Nacional e Internacional (OUDENI), de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán presentó el informe la “Situación Educativa Hondureña en el contexto de la pandemia del COVID-19: Escenarios para el futuro como oportunidad de mejora” en el cual se proyectan posibles escenarios para el futuro inmediato de los procesos educativos a nivel nacional.

    Entre los escenarios que se vislumbran se proyecta la suspensión durante el período de confinamiento y reposición de clases presenciales bajo el formato habitual, con las medidas sanitarias correspondientes, a partir de junio o julio. Los días de clases perdidos durante los meses de marzo a junio, se repondrían durante el período habitual de vacaciones, diciembre y enero.

    En una segunda proyección se propone la aplicación temporal de estrategias virtuales y retorno gradual a la actividad presencial durante el presente año lectivo; un tercer escenario sugiere el pronto inicio de un proceso escalonado de retorno a los centros educativos, que combine estrategias virtuales con materiales impresos, guardando las medidas sanitarias correspondientes.

    Finalmente, se concibe la adopción del calendario estacional y desarrollo de materiales educativos autoformativos, lo que implica adaptar el calendario escolar de septiembre a junio, reiniciando el año lectivo 2020 bajo un modelo semipresencial.

    La plataforma de sociedad civil coincide en que no existe “una” solución, si no que, al contrario, se cuenta con varias opciones de posibles escenarios cada uno con sus fortalezas y debilidades; por lo que se insta en la importancia de unir esfuerzos entre padres de familia, sociedad civil y autoridades educativas para implementar las acciones que permitan la toma de decisiones inmediatas y efectivas que sean de beneficio para la educación de la niñez y juventud hondureña. Más allá de las opciones presentadas, el máximo esfuerzo debe ser hecho para mantener activo el aprendizaje durante el confinamiento haciendo uso de radio y televisión, este medio gratuito permitirá llegar a la mayoría de la población escolar.

    Carlos Hernández, director ejecutivo de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), considera que no se puede permitir perder el año escolar, “todos tenemos que sumar y proteger el derecho a la educación y que esta emergencia no nos deje otra secuela”.

    Por su parte, Edwin Moya, director del sector Educación de la ASJ, quien es miembro activo de la plataforma TH, puntualizó que “estamos muy preocupados por los niños y niñas de los hogares más pobres, pues reconocemos las limitaciones de estos hogares de no disponer de telefonía celular con internet y en consecuencia se están quedando excluidos de las ofertas educativas”. De igual forma, subrayó que existe una urgencia de invertir para preparar la apertura de las escuelas, dotando a los centros educativos públicos de las condiciones sanitarias básicas y de suministros como agua, jabón, gel antibacterial y mascarillas por parte de la Secretaría de Educación.

    Desde la red de organizaciones de sociedad civil representadas en Transformemos Honduras se reconoce que la sociedad hondureña padece de elevados niveles de pobreza y desigualdad social, así como una baja conectividad a internet, al tiempo que en los centros educativos se padece de escases de materiales educativos para uso de los estudiantes.

    Sin embargo, la crisis sanitaria ha provocado una situación que representa una gran oportunidad de redirigir la educación nacional, que ya antes de esta crisis era deficitaria en cobertura y calidad. Ahora hay que aprovechar para mejorar las condiciones de operación de los centros, tanto en infraestructura física relacionada con las condiciones sanitarias, como en provisión de materiales educativos relevantes y pertinentes, que ayuden a corregir antiguas falencias del sistema; oportunidad que obviamente, estará asociada a la capacidad de gestión con la cooperación internacional.

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