Ampliar cobertura y cumplir merienda escolar deben ser prioridades para garantizar el derecho a la educación a dos millones de niñas, niños y jóvenes en 2023

  • En 2022, un millón 65 mil niños, niñas, y adolescentes (NNA) no tuvo acceso a la educación.
  • El gasto de educación como porcentaje del PIB en 2022 es el más bajo de los últimos ocho años. Lo asignado a compra de textos apenas cubría el 1.7% de la población estudiantil.

Tegucigalpa, 14 de febrero de 2023. Tras el rezago a causa de la pandemia de covid-19, el nuevo año escolar representa un reto y oportunidad para las autoridades educativas en el incremento de la matrícula, para garantizar el derecho a la educación a más de dos millones de niñas, niños y jóvenes, apuntó este martes la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) en la presentación del informe “Estado de país 2023: La realidad del sector educativo”.

“Estado de país” es una iniciativa del capítulo hondureño de Transparencia Internacional lanzada en 2022, que recopila datos y análisis de expertos para informar y empoderar a la ciudadanía para incidir con propuestas de políticas públicas pertinentes y realistas.

En la primera entrega de este año fue analizada la situación del sistema educativo público y los persistentes niveles de exclusión, principalmente en prebásica y media.

La ASJ reconoce el incremento de la inversión en merienda escolar y la matrícula gratis, ya que representan incentivos para que las familias con menores ingresos envíen a sus hijos a la escuela y por ello es importante garantizar que los fondos se ejecuten con transparencia y que lleguen a los más necesitados.

Sin embargo, los datos presentados por ASJ indican que, pese a incentivos de la administración de la presidenta Xiomara Castro como la restitución de la matrícula gratis y un ligero incremento de 24 mil estudiantes en la matrícula en comparación con 2021, un millón 65 mil estudiantes se encontraban fuera del sistema en 2022. A este ritmo tomaría 50 años llegar a una cobertura del 100 %.

Esta cifra representa un estancamiento en la exclusión educativa de 40 % en los últimos siete años, por lo que garantizar el derecho a la educación sigue siendo una lucha constante en Honduras.

En cuanto a la calidad, la ASJ resaltó que desde 2019 no se evalúa la calidad de los aprendizajes; entonces, 81 % de estudiantes en tercero, sexto, y noveno grado mostraban un nivel de desempeño “insatisfactorio o debe mejorar” en matemáticas; en lectura, 61 % de los estudiantes mostraba la misma deficiencia, por lo que es imperativo que en 2023 se realicen evaluaciones para enfocar esfuerzos de mejora. La ASJ también mostró que las tasas de repitencia continúan incrementando cada año y que Gracias a Dios muestra los niveles más altos.

En 2022, Honduras continuó con casi 700 mil personas mayores de 15 años sin saber leer y escribir.

Uno de los hallazgos más preocupantes en cuanto al gasto en educación fue la disminución del presupuesto para la compra de textos de enseñanza. Lo asignado en 2022 equivale a textos para apenas 31,171 estudiantes (1.7 % de la población en edad escolar), mientras lo ejecutado en infraestructura solo representa el 0.7 % del presupuesto total de educación.

“Presentamos datos para provocar un cambio. En 2022 reconocemos el retorno a clases presenciales, la matrícula gratis y la aprobación de mil millones para merienda escolar. Si los centros educativos siguen cerrados en 2023, tendremos otra generación perdida. Hay que tener la política de alimentación escolar disponible en el mes de febrero porque es la que engancha al sector más pobre de los estudiantes, de lo contrario, no vamos a llegar a los dos millones de estudiantes”, señaló Dennis Cáceres, director del sector Educación de ASJ.

Estos y otros datos sobre la situación del sistema educativo hondureño se encuentran disponibles en www.estadodepais.asjhonduras.com.

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