Tegucigalpa. El año escolar 2015 cerró el 30 de noviembre con el cumplimiento, por tercer año consecutivo, de 200 días de clase en los centros educativos del sistema público de Honduras.

Este logro del actual ministro Marlon Escoto, quien desde 2012 asumió las riendas de la Secretaría de Educación, enfrenta sin embargo al reto de crear e implementar un protocolo de monitoreo que valide las estadísticas de la impartición de días clases, según recomienda el Informe Línea Base de la Secretaría de Educación presentado por la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) y Transparencia Internacional (TI) el pasado 12 de noviembre.

La falta de este protocolo no significa que se ponga en tela de juicio la impartición de los 200 días clases, ya que Transformemos Honduras ha sido veedor y garante de que en efecto se han impartido más de 200 días clase durante los últimos tres años. Lo que se evidencia es únicamente la falta de un procedimiento que valide las estadísticas.

El alcanzar 200 días de clase revierte una significativa importancia para el país ya que se espera que la presencia de los 2.1 millones de niños en las aulas de clases impacte de manera directa en la mejora de la calidad educativa.

De acuerdo a cifras reveladas por el propio Escoto, en la década que precedió al 2013, se dejaron de impartir 600 días de clases, es decir tres años lectivos, lo que puso en precario la calidad de la educación.

La confiabilidad de las estadísticas en Educación (días clases, rendimiento académico estudiantil y evaluación docente) es uno de los aspectos que analizó el informe de ASJ/TI, que busca sentar una base sólida para el fortalecimiento de la transparencia y la rendición de cuentas en esa institución.

Además de la confiabilidad de las estadísticas el documento analizó la aplicación y el cumplimiento de la normativa en los procesos de Compras y Contrataciones y Gestión de Recurso Humano. A raíz de esos resultados el ministro Escoto anunció un ambicioso Plan de Mejoras para fortalecer y transparentar los procesos que finalmente deriven en una educación de calidad para las niñas y niños de Honduras.

Este estudio realizado en conjunto con la Secretaría de Educación, obedece al análisis particular de la aplicación de la normativa en los procedimientos, para lo que se seleccionaron algunos procesos de muestra que no reflejan una evaluación a la gestión general de la Secretaría de Educación, pero que sí permitió identificar ciertas falencias en la aplicación de la normativa.

Las muestras, seleccionadas de forma conjunta entre ASJ/TI y el Gobierno de Honduras, sí son representativas de cada eje, lo que permitió identificar oportunidades de mejora.

Compras más transparentes

Parte de la evaluación se basó en indicadores y criterios de verificación realizada a cuatro procesos de adquisición de equipo de cómputo y software que dejó como resultado un promedio de cumplimiento de la normativa del 18.76%.

Se identificó que no existe evidencia de que la Secretaría haya realizado estudios de mercado para determinar el precio de los bienes y usarlos como referencia para el proceso de compra. Lo anterior derivó en la sobrevaloración del equipo en más del 100 %, como se refleja en la compra de laboratorios móviles por un valor de 224,220 lempiras (USD 11,416.50) a la empresa COSEM en 2012, pese a que en el mercado tenían un valor de 103,224.11 lempiras (USD 5,255.81).

Asimismo, en la compra de laboratorios multifuncionales interactivos, las especificaciones técnicas fueron restrictivas y dirigidas para adquirir particularmente bienes ofrecidos y fabricados por la empresa De Lorenzo of America, la cual resultó adjudicada.

En otros casos, como en el de adquisición de software y laboratorios móviles de cómputo, no se encontró en la evaluación a los ofertes, aspectos indispensables como la acreditación de solvencia económica y cuando los bienes fueron entregados, se había vencido el plazo establecido.

Mientras la evaluación de cinco procesos de adquisición de textos y material fungible, dio como resultado un promedio de cumplimiento de la normativa 35.26%.

ASJ/TI constataron que en varios de los procesos, las empresas adjudicadas -Multimegaprinter´s y COMEX- no presentaron toda la documentación requerida en el pliego de condiciones, incluso, una de ellas presentó un estado financiero correspondiente a otra compañía.

Además, en cuatro de los procesos de compra se aumentó en 10% el monto de los contratos y tampoco se distribuyeron los textos a todos los centros educativos. A pesar de esto, no se aplicaron multas.

Evaluación de resultados

Bajo el eje de Confiabilidad de Resultados también fue analizado el protocolo de medición de indicadores como la evaluación del desempeño docente, la evaluación del rendimiento académico de los estudiantes y días clase.

Estos fueron seleccionados considerando que la mayor inversión económica de la Secretaría de Educación está en el recurso humano, pero con la meta de cumplir indicadores educativos que permitan medir el impacto en la calidad educativa.

La información proporcionada por Educación señala que el departamento de Gracias a Dios obtuvo los resultados más bajos a nivel nacional en la prueba de conocimiento de 2013, con un promedio de 60%. El más alto fue Valle, con 73%.

En 2014, la prueba fue aplicada a una muestra de 2,877 docentes, los cuales alcanzaron un promedio de 66% en Español, 63% en Matemáticas, 59% en Ciencias Sociales y 54% en Ciencias Naturales.

Por otro lado, en la evaluación de estudiantes a través de la Prueba Muestral y Prueba Censal, destaca una diferencia de 5% en los resultados de ambas en 2013 y 2% para 2014.

Cabe señalar que la Muestral es aplicada bajo la supervisión de personal asignado por la Secretaría de Educación y digitalizada por cada dirección departamental; por el contrario, la Prueba Censal se aplica en cada aula por el maestro encargado y es digitalizada por el mismo centro educativo.

Educación destaca además la impartición de más de 200 días de clases en 2013 y 2014, sin embargo ASJ/TI solicitó información, como protocolos de registros, que validaran esa afirmación, pero no la remitieron.

Vale señalar que Transformemos Honduras realizó auditorías sociales en al menos 600 centros educativos durante esos mismos años, y logró comprobar la impartición de clases de más de 200 días. Entonces, el informe de ASJ/TI no pone en tela de juicio la impartición de 200 días de clases en esos años, sino que señala la falta de un procedimiento, un protocolo, en esa entidad que valide esas estadísticas.

Recursos Humanos y el caso de Ocotepeque

En el eje de Gestión de Recurso Humano, dos de los tres departamentos seleccionados en la muestra presentan una mejoría entre 2011 y 2014.

Cabe mencionar que las autoridades de la Secretaría de Educación destacaron el proceso de saneamiento, de los últimos cuatro años, que han hecho en las planillas docentes, generando ahorros millonarios para el Estado con el despido de maestros “fantasmas”. Este tema no fue propuesto por Educación para ser caso de análisis, pero se reconoce un esfuerzo en esa temática.

Lo que sí fue caso de análisis fue el cumplimiento de la normativa en el proceso de ingreso docente correspondiente a 2014, que indica que los porcentajes de cumplimiento de la normativa fueron de 93% para Ocotepeque, 38% para Francisco Morazán y 32% para Choluteca.