Antecedentes

    La última noticia en el drama desalentador de la educación pública en Honduras es que según UNESCO, estamos un siglo atrás respecto a nuestros vecinos en Costa Rica y Panamá. Esta situación es preocupante, porque nuestros jóvenes—quienes serán los futuros líderes de Honduras—están cayendo cada vez más atrás de sus homólogos. Pero ¿por qué estamos tan atrasados? ¿Puede ser que no existen maestros capaces y comprometidos en Honduras? ¿Será que los estudiantes Hondureños simplemente no tienen la capacidad mental de los niños y jóvenes de otros países? ¿Será que el destino o fuerzas más allá de nuestro control han decidido que Honduras no tendrá una educación de calidad? Nuestra respuesta a todas estas preguntas es un firme “NO.” En Honduras sí hay muchos maestros capaces y comprometidos, muchos estudiantes listos y deseosos de obtener el pan de saber, y mucha voluntad de nuestro pueblo de mejorarnos.

    El problema no es con las mayorías, sino con una minoría a la cual no les importa perjudicar a los demás para lograr beneficios propios. Entre esta minoría se encuentra maestros que cobran beneficios a los cuales no tienen derecho según su Estatuto; maestros “fantasmas” cuyo único labor es recibir su cheque cada mes; y políticos inescrupulosos quienes para quedar bien con unos pocos correligionarios, “les vale” tirar a la basura programas que han beneficiado a miles de compatriotas y que han sido los objetos de millonarios inversiones por la cooperación internacional.

    Hoy los miembros de “Transformemos Honduras” estamos revelando datos específicos sobre esta minoría que ha sido tan dañina, cómo primer paso de una auditoría social del sistema educativa, proceso al cual invitamos a todos los ciudadanos de nuestra nación y principalmente a los padres de familia a sumarse.

     

"Transformemos la educación destapando la Corrupción"